Carta de Rafael Pérez: a ti, que deseas el éxito

Es posible que lleves tiempo que no sabes qué hacer con tu vida, que no sabes hacia dónde ir, pero que quieres tener éxito. Vamos hablar sobre el éxito: prácticamente todos los días me llegan mensajes de gente que dice: “tengo que elegir carrera y no sé qué hacer”, “quiero tener un trabajo de éxito y que me de dinero, pero no sé lo que tiene más salidas”… Estos son caminos hacia el fracaso.

¿Qué es lo que quieres hacer?, ¿qué es lo que te apasiona? Ves gente con trajes, dinero y con trabajos estresantes y crees que eso es éxito, pero no lo es. Si lo único que quieres es dinero, nadie va a poder ayudarte con eso, porque, permíteme que te lo diga, todo el mundo quiere dinero, eso no te hace especial. A pesar de eso hay gente que tiene objetivos, tiene metas, sueña con cosas, pero no paran de ponerse excusas, “no sé lo suficiente”, “hay mucha crisis”, “no tengo dinero para arrancar este proyecto”, “no tengo recursos” … Eso es todo mentira: el recurso más importante que necesitas para hacer cualquier proyecto está en tu cabeza.

Idea, habilidad, esfuerzo

¿Sabes porque se paga tanto a la gente con ideas? porque las ideas no se pueden producir en masa. No importa cuánto dinero tenga una persona. Ese dinero jamás va a ser capaz de producir las geniales ideas que tu mente puede crear en una habitación que está vacía, y si lo intentas, tienes una idea y sueñas con ella, te van a decir que es imposible, que seas realista, incluso igual tú mismo te dices que seas realista, que no se puede hacer. ¿Cuánta gente que ha tenido éxito en su vida ha sido realista? La persona que decidió que iba a poner un barco de metal gigante en el agua y que iba a transportar a gente, no estaba siendo realista; la persona que inventó Internet, un medio de comunicación que conecta de forma invisible a todas las personas del mundo, no estaba siendo realista… ¿Por qué querría alguien ser realista, si en el momento que desechas tu idea y abres la puerta a ese “ser realista” estás aceptando y haciendo imposible que esa idea se cumpla?

Pero tampoco te engañes pensando que el éxito es solo una idea o solo un sueño. Alguien muy sabio dijo una vez que el éxito es un 1% inspiración y un 99% transpiración, es decir, esfuerzo. En otras palabras, el trabajo duro vence al talento. Existe un defecto generalizado de no saber diferenciar entre talento y habilidad. El talento es algo con lo que nacemos, la habilidad es algo que se crea, con determinación y con horas y horas de dedicación a lo mismo y no importa cuánto talento tengas: tu talento te va a fallar como no trabajes en tus habilidades.

Hay muchísima gente genial que se acomoda en ese talento y no tiene éxito en un campo porque eso no es suficiente, tienes que pararte y pensar: ¿cuánto deseo esto?, ¿cuánto quiero llegar a esta meta? y ¿cuánto estoy dispuesto a dar para cumplir este objetivo?, porque esto es lo que te vas a tener que recordar constantemente para para poder cumplirlo. Piensa que, en el camino, la competencia va a ser brutal. Mientras estés durmiendo va a haber alguien trabajando para ser el mejor en lo mismo que tú quieres tener éxito. Mientras estés descansando o aireándote va a haber alguien que va a seguir trabajando para ser el mejor en lo tuyo, y si no estás dispuesto a poner todo ese esfuerzo, quizás simplemente no has sido sincero, y esa no es la meta a la que quieres llegar. Si lo es, te aseguro que te esforzarás en perseguirlo todos los días, como si no tuvieras más tiempo. También deja de culpar a toda la gente que tienes a tu alrededor de tu falta de éxito; deja de pensar que tienes mala suerte; deja de creer que el universo está en contra  de que tú consigas algo o de que haya alguien está dispuesto hacer lo que sea para para que no llegues a conseguirlo. Sinceramente, todo esto es mentira.

Si quieres algo hazlo, haz todo lo que esté en tu mano cada hora, cada día, cada semana… dicen que el precio del éxito es altísimo, pero la recompensa también.  Que si te arriesgas lo puedes perder todo, pero también vas a ganar un montón de cosas mucho más importantes. Deja de lado la negatividad y deja de ponerte excusas para no salir de tu zona de confort; deja de decirte que ya lo harás, ayer ya era tarde. 

Ladrillos, no películas

Así que si me vas a mandar un mensaje preguntándome qué es lo que puedes hacer. Tú, mejor que nadie, sabe qué quieres hacer y qué es lo que vas hacer. Y sobre todo tener un montón de paciencia. Siempre paciencia.   Las películas, con sus pequeñas secuencias de 30 segundos en las que pasan meses y alguien consigue algo, han provocado que tengamos esta idea de que las cosas se consiguen en tres días y, si no, lo tienes que dejar porque va mal. La verdad es que las cosas requieren mucho tiempo y muchísimo esfuerzo y como no estés dispuesto a ello, no lo vas a conseguir. Puedes correr el riesgo de quedarte en la mediocridad de pensar que podrías haber llegado a realizar, pero que jamás alcanzaste.

Alguien que admiro mucho dijo en una entrevista que no intentes construir un muro. Nunca digas «voy a construir el muro más increíble e impresionante que se haya construido jamás. Di, en vez de esto: «voy  a colocar este ladrillo de la manera más perfecta que se pueda colocar un ladrillo». Y así, todos los días, es como se construye un muro.

Muchas gracias a todos y espero haber podido ser  de alguna ayuda para los que estáis decidiendo cosas o para los que estáis intentando tomar decisiones. Sé que muchas veces todo parece complicado y muy difícil para tomar cualquier decisión. Pero también hace falta un momento de locura y decir: «lo voy hacer». Porque en el momento en que decidas hacer algo, empieza a hacerse realidad.