Todos los días son perfectos para homenajear a todas las madres y padres y poner en relieve su importantísima labor como cuidadoras/es y proveedoras/es del amor más grande que puede haber: el de una madre y padre a un hijo.
Hoy queremos poner el foco en unas madres y unos padres muy especiales, los de niños enfermos de cáncer. Unas madres con mayúsculas que demuestran cada día su fortaleza y su amor incondicional. Tener un hijo enfermo es una situación muy difícil de asimilar, una de las pruebas más duras que puede ponernos la vida.
Son hombres y mujeres que viven una paternidad que no esperaban vivir, con largas estancias en el hospital y pruebas médicas que se vuelven parte de la vida cotidiana. Son madres y padres que lloran en silencio, que se sienten abatidos y frustrados ante las malas noticias, que se derrumban en soledad.
Pero a pesar de todas las dificultades, también son padres y madres que se levantan cada día, se limpian las lágrimas de los ojos y le plantan cara a las adversidades. Personas que siempre tienen una sonrisa en la boca y palabras de amor para reconfortar a sus hijos enfermos. Sin duda, unos verdaderos luchadores.
Desde la Fundación Alba Pérez siempre queremos dar facilidades en la medida de lo posible en estas situaciones. En la casa de acogida de Barcelona siempre nos faltan cosas y cualquier ayuda que aportéis siempre es bienvenida y ayuda mucho a todas estas familias.
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