La lucha contra el cáncer infantil, y en especial el Sarcoma de Ewing, es una batalla difícil para muchas familias.

En la Fundación Alba Pérez, no solo nos enfocamos en la recaudación de fondos para la investigación científica, sino que también entendemos el valor de compartir vivencias y experiencias que puedan ser de apoyo para otras familias.

Concienciar desde la experiencia

Cada historia que recogemos en la Fundación Alba Pérez tiene el poder de inspirar. Sabemos que muchas familias se sienten solas y sin rumbo cuando un diagnóstico de cáncer infantil irrumpe en sus vidas. Por eso, compartir estas vivencias ayuda a crear una red de apoyo y comprensión, brindando esperanza en los momentos más difíciles.

No se trata únicamente de estadísticas o de avances médicos. Se trata de entender que detrás de cada cifra hay un niño, una familia y una historia que merece ser escuchada. En nuestra fundación, compartimos esas historias no solo para crear conciencia, sino también para que otras familias sepan que no están solas en esta travesía.

La importancia de las donaciones

Cada donación que recibimos no solo financia la investigación en la lucha contra el Sarcoma de Ewing, sino que también nos permite seguir difundiendo estas vivencias que pueden marcar una diferencia significativa para quienes enfrentan esta realidad. Gracias a las contribuciones de nuestros donantes, seguimos luchando para que más familias puedan recibir el apoyo necesario, emocional y psicológico, durante estos momentos tan duros.

El impacto de nuestra labor

Las experiencias que compartimos tienen el potencial de educar a otras familias y también a la sociedad en general sobre la importancia de la detección temprana, los cuidados paliativos y los tratamientos más avanzados. Pero más allá de eso, estas historias humanizan la lucha contra el cáncer infantil y conectan a quienes buscan respuestas y apoyo emocional en momentos de gran incertidumbre.

En la Fundación Alba Pérez creemos que, a través de la concienciación y la difusión de vivencias, podemos generar un cambio real. Cada historia cuenta, y cada una es un recordatorio de que, aunque la lucha sea dura, hay esperanza.

Seguiremos trabajando para que ninguna familia tenga que enfrentar sola esta batalla.