El sarcoma de Ewing es una enfermedad que muy pocos conocen hasta que se cruzan con ella. Es un cáncer raro y agresivo que afecta principalmente a niños y jóvenes, y que, lamentablemente, nos arrebató a nuestra hija Alba.
Alba fue una niña llena de vida, con una sonrisa que iluminaba el mundo de quienes la rodeaban. Pero un día, la enfermedad llegó sin avisar, trayendo consigo un camino de lucha, dolor y esperanza. Nos enfrentamos a diagnósticos médicos, tratamientos intensivos y días de incertidumbre. Sin embargo, Alba nunca dejó de luchar, y su valentía nos inspiró a seguir adelante, incluso en los momentos más oscuros.
El sarcoma de Ewing es un tipo de cáncer que se origina en los huesos o en los tejidos blandos que los rodean. Suele afectar con mayor frecuencia los huesos de las piernas, la pelvis y el pecho, aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Sus síntomas iniciales pueden confundirse con molestias comunes: dolor en los huesos, inflamación, fiebre o fatiga. Pero cuando finalmente se diagnostica, muchas veces ya ha avanzado, complicando las posibilidades de curación.
A pesar de los avances en la medicina, el tratamiento sigue siendo agresivo. La quimioterapia, la cirugía y la radioterapia son las principales opciones, pero también dejan secuelas. Muchos niños logran vencer la enfermedad, pero otros, como Alba, se convierten en ángeles que nos guían desde el cielo. Sin embargo, su legado sigue vivo en cada niño al que podemos ayudar a través de la Fundación Alba Pérez.
Nuestra misión es seguir luchando contra este cáncer infantil, apoyando la investigación y ofreciendo ayuda a las familias que, como nosotros, han tenido que enfrentar esta dura realidad. Porque ningún padre debería despedirse de su hijo a causa de una enfermedad que podría tener una cura si se destinara más esfuerzo y recursos a la investigación.
El sarcoma de Ewing no distingue entre niños y adolescentes, y a menudo su diagnóstico llega tarde. Es fundamental crear conciencia sobre esta enfermedad, para que más niños puedan recibir un tratamiento temprano y aumentar sus posibilidades de supervivencia. En la Fundación Alba Pérez trabajamos para recaudar fondos que permitan financiar la investigación médica, con la esperanza de que algún día se encuentre una cura definitiva.
Si algo nos enseñó Alba es que nunca debemos rendirnos. Por ella, por todos los niños que luchan, y por aquellos que ya no están, seguimos adelante. Y necesitamos tu ayuda. Cada aportación, cada gesto de solidaridad, nos acerca un poco más al día en que el Sarcoma de Ewing deje de ser una sentencia.
Gracias por formar parte de esta lucha. Gracias por mantener viva la memoria de Alba y de tantos otros niños que merecían un futuro.